Aphanius baeticus

Los ictiólogos Ignacio Doadrio, José Ambrosio Carmona, del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, y Carlos Fernández-Delgado, de la Universidad de Córdoba, han publicado recientemente, en la prestigiosa revista científica “Folia Zoológica”, un estudio morfométrico sobre diversas poblaciones del género Aphanius procedentes de la Península Ibérica: Morphometric study of the Iberian Aphanius (Aptinopterygii, Ciprinodontiformes), with description of a new species (2.002). Folia Zool.- 51(1): 69-79.

En este trabajo, se confirma la gran diferencia existente entre poblaciones mediterráneas y atlánticas, que ya se habían demostrado en varios estudios genéticos previos. Como consecuencia, los autores consideran a las poblaciones atlánticas como pertenecientes a una nueva especie: Aphanius baeticus, reservando la denominación de Aphanius iberus para las poblaciones del mediterráneo ibérico.

En el cuadro adjunto, los propios autores, resumen las principales diferencias entre las dos especies de fartets ibéricos.

Cuadro 1 RESUMEN DE LOS CARACTERES DIAGNÓSTICOS DE LOS APHANIUS IBÉRICOS
Nº DE RADIOS RAMIFICADOS DE LAS ALETAS
CARACTERES	Aphanius iberus	Aphanius baeticus
Dorsal	8-9 (10)	8 (9)
Anal	8-9	(9) 10 (11)
Distancia preorbitaria	larga	corta
MODELOS DE COLORACIÓN
Machos	Bandas transversales plateadas estrechas	Bandas transversales plateadas anchas
Hembras	Pequeños y numerosos puntos negros	Grandes y escasas manchas negras en los flancos
NOTA: Las cifras entre paréntesis son las que se presentan con poca frecuencia. Además, hay tres alelos únicos para cada una de las dos especies en los análisis de aloencimas.

La nueva especie se distribuye exclusivamente por la vertiente atlántica del sur de la Península Ibérica, en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva. Se trata de un endemismo de Andalucía Occidental. En estos lugares, puede vivir en aguas de muy diversa salinidad, desde las aguas dulces hasta las hipersalinas, en lagunas o en pequeños cursos fluviales de aguas permanentes.

De las ocho poblaciones conocidas de la nueva especie, cuatro de ellas están gravemente amenazadas debido a la contaminación de las aguas, a la introducción de especies exóticas y a la destrucción de sus hábitats, por lo que este pez debería figurar en la máxima categoría de protección de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza: EN PELIGRO CRÍTICO.