La CHJ paraliza un pozo de Enrique Roig tras secarse una fuente histórica en Bugarra

El vicepresidente de Bancaja pagó la semana pasada seis millones que debía a los regantes.

La fuente de la Hortezuela, uno de los principales atractivos de la localidad de Bugarra, en la comarca de Los Serranos, se ha secado. Hace ya varias semanas que del caño ha dejado de manar un agua a la que los vecinos y usuarios atribuyen propiedades medicinales. Todo un acontecimiento en Bugarra, donde vecinos y ayuntamiento asisten preocupados al fallecimiento de una fuente en la que hace pocos meses el consistorio invirtió algunos millones de pesetas para mejorarla y acondicionarla.

Nadie sabe todavía las causas que han propiciado la muerte de la fuente, pero en Bugarra todo el mundo apunta la casualidad de que haya coincidido con la construcción de un nuevo pozo en la localidad por parte del vicepresidente de Bancaja, Enrique Roig, quien desde hace poco más de tres años lleva a cabo amplias transformaciones agrarias en la comarca.

En el trasfondo de esta historia, una suerte de guerra no declarada que Roig mantiene con los regantes de Los Serranos. La escasez de agua en la zona la ha convertido en oro líquido, y una de las sociedades de regantes, la del pozo de San Juan, la reparte fuertemente racionada desde hace tiempo. Ante el problema, los regantes lograron de la Conselleria de Agricultura ayudas para financiar el 60% de un nuevo sistema por goteo que permitiera modernizar y optimizar el uso de los recursos hídricos. Ante el retraso por parte de Roig a la hora de abonar su porcentaje al 40% de la inversión que corresponde a los regantes, éstos optaron por cortarle el agua destinada a sus parcelas. «Llevamos desde abril intentando que pague», dice uno de los regantes.

La reacción del constructor fue realizar prospecciones y acondicionar un nuevo pozo exclusivo para sus explotaciones de naranjos. Pocos días después, la fuente de la Hortezuela, ubicada al otro lado de la montaña en la que Roig realizó sus prospecciones, se secó.

La iniciativa del constructor le ha llevado a enfrentarse incluso al ayuntamiento, que denunció ante la Confederación Hidrográfica del Júcar el pozo de Roig y ordenó por decreto la paralización de las extracciones. Según relata el alcalde de Bugarra, José Manuel García Calduch (PP), el consistorio optó por acudir a la CHJ «porque pensamos que estaba sacando más agua de la que le correspondía». «Hemos encontrado una buena disposición por parte de Roig», afirma tras confirmar que la confederación ha optado por paralizar las extracciones. Este diario intentó ayer conocer la versión de Enrique Roig, quien no contestó a las llamadas de Levante-EMV.

El ayuntamiento ha encargado estudios geológicos para determinar si realmente la fuente se ha secado a causa de las extracciones realizadas por Roig. «Todo el mundo tiene interés en que se sepa si hay una relación de causa efecto, porque hay mucha necesidad de agua en la zona.» Esta semana, quince días después de que la Confederación Hidrográfica del Júcar precintase el pozo construido por el empresario, llegó a los regantes un recibo procedente de Nuevas Residencias Mil, una sociedad controlada por Enrique Roig.

El importe: los más de seis millones que el empresario y arquitecto adeudaba a los regantes. En pocos días sus parcelas volverán a recibir agua. «Hay muy poca, hay que repartirla y aquí cada uno recibe lo que le toca», dicen desde la comunidad del pozo de San Juan. «Es un tema delicado y vamos a tratar que se resuelva sin crear problemas», afirma García Calduch. Nadie sabe cuándo volverá a manar agua de la Hortezuela