Un artículo de Carlos Feuerriegel, aparecido en Levante-EMV de 29-12-2002 que reproducimos por su interés

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Levante 29-12-2002

La solidaridad del trasvase del Júcar

Carlos Feuerriegel - Ecologistas en Acción-PV

Permítanos, Sr. Director de Levante-EMV, el atrevimiento de manifestarle la perplejidad y asombro que nos ha causado su Editorial del pasado sábado 14/12/02, «La importancia histórica del trasvase del Júcar». Porque no otra impresión puede suscitar el leer sobre este trasvase que «y en general, no se han producido resistencias al proyecto». La realidad de los hechos no concuerda con esa manifestación. Sólo los más de cuatro años que lleva el citado proyecto dando vueltas entre los despachos de AJUSA, la CHJ y el Ministerio, con las 13.998 alegaciones en contra que fueron presentadas ante la Confederación dicen bien a las claras que este trasvase ha contado, cuenta y contará con una fuerte resistencia de la que sus promotores son bien conscientes.

Cierto que esa resistencia no se ha traducido en grandes movilizaciones populares ni en la ribera del Júcar ni en el Valle de Ayora ó la Canal de Navarrés, pero no menos cierto es que la Mancomunidad de la ribera del Júcar y una larga lista de Ayuntamientos de las comarcas citadas, incluyendo Ayuntamientos regidos por el Partido Popular, se han pronunciado en contra de la obra.

Como no menos cierto es que este proyecto está aun lejos de encontrarse «a punto para su definitiva conclusión» como se afirma en el inicio de su editorial. Antes de concluirlo deben comenzarlo. Y esto tampoco se ha producido pese a que ningún medio de prensa valenciano haya informado de ello. En Cortes de Pallás no hay obra alguna, ni superficial, ni subterránea, y no es trabajo de Sísifo el comprobarlo. No olvide que la UE todavía no ha dado respuesta a la petición de fondos para el trasvase del Júcar y confiamos en que la Comisión y el Parlamento Europeo dificulten seriamente la arriesgada jugada del gobierno del PP. No habrá obra alguna hasta que la UE se pronuncie y sólo la colocación de la primera piedra y las repetidas noticias de «obras ya en curso» constituyen un error tremendo de unos dirigentes que se pusieron en exceso nerviosos con la convocatoria de manifestación del pasado 24 de noviembre. Quitarle fuerza a esa convocatoria fue el objetivo de esa poco fotogénica piedra, memorable sesión fotográfica a la que se prestó el Sr. Aznar, que recientemente ha descubierto su fobia a salir en fotos que se lleva el viento. Si bien, los olvidados cortados del embalse de Cortes no son los insultados acantilados de las costas gallegas.

Pero es cierto que el proyecto de trasvase a la cuenca del río Vinalopó es un hecho resaltable. Lo es porque desvestir a un santo para cubrir a otro, aun pareciendo ser muy cristiano, no deja de ser de difícil realización cuando falta el paño. Milagros aparte. Y si le sorprende la actitud de aquellos que principalmente guardan silencio, los regantes de la ribera del Júcar, acuérdese de ese retablo en el que todos decían ver vestido al rey, cubierto con el paño, cuando en realidad andaba en cueros. Unos cuantos miles de millones de las antiguas pesetas, en forma de modernización del sistema de riego y la triste resignación de los que sienten que la hora de la agricultura valenciana ya pasó para las tierras del Júcar, tienen mucho que ver en esa palpable dejadez. Si a eso unimos el que las artes prestidigitadoras del mago Zaplana encontraron tierra abonada en los agradecidos oídos de los populares dirigentes de las Comunidades de Regantes del Júcar, ya tiene completo el retablo.

Durante más de dos años , esta «escasa resistencia al proyecto» ha venido diciendo lo que es una obviedad. Que el Júcar tiempo ha que llegó al límite de su explotación y que toda vuelta de tuerca adicional acelerará la muerte del río. Sabemos que las cifras causan cierta alergía pero baste con una y sus consecuencias: el aforo en Millares, antes del embalse de Tous, del pasado año hidrológico 2001-2002 fue de 453,6 Hm3 (fuente MIMAM). ¿Qué significa esto? Si considera que la ciudad de Valencia bebe del Júcar unos 112-115 Hm3/año, que el canal Júcar-Turia, para regadíos, se lleva otros 50-60 Hm3 y que Sagunto recibe del Júcar otros 31 Hm3/año, le quedan al Júcar para todos sus riegos tradicionales, y en el mejor de los casos, 260,6 Hm3. Salvo que en el futuro se riegue la ribera con riego localizado y con la particularidad de mantener cerrados los goteros, ahorro máximo, ese agua es insuficiente para mantener vivos esos regadíos. Sin olvidar que cualquier hipotético ahorro en esos riegos debe repartirse al 50% con Castilla La Mancha, una realidad que también pasa desapercibida. Es por ello que consideramos que el calificativo apropiado que iría como anillo al dedo a este proyecto, no es precisamente el de histórico, sino el de irresponsable. Porque no es de solidarios prometer dar un agua de la que se carece, sino de faltos de juicio.

No le extrañe por ello que ahora los artífices del retablo nos digan que todo se solucionará con la EDAR de Pinedo. En sus juegos malabares ya han diseñado que la Albufera de Valencia se nutra de aguas depuradas. ¿Algún estudio de las posibles consecuencias de esta decisión ? El mismo que respalda las alucinantes palabras del Sr. García Antón cuando el viernes 13/12/02 en la rueda de prensa de licitación de los tramos II,III,IV,V y VI del trasvase del Júcar, manifestó que era más sensato económicamente hacer dos conducciones hasta Villena que una sola, refiriéndose al Júcar -Vinalopó y al pretendido canal del Ebro. Nos atrevemos a sugerir que quizá hasta resulte más económico hacer tres en lugar de dos. ¿Usted que cree?

En cualquier caso, al margen de lo que la Comisión Europea decida a primeros de enero próximo, confíamos en que también la Audiencia Nacional tenga algo que decir sobre la endeblez económica e hidrológica que presenta el proyecto de este trasvase y esperamos este pronunciamiento a raíz del recurso contencioso-administrativo que en breve presentaremos contra este desquiciado proyecto. No es prudente por ello querer dar por concluído un proceso que apenas sigue en sus comienzos y muy lejano de poder merecer el calificativo grandemente devaluado de histórico. Tiempo al tiempo.

 

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Levante 14-12-2002

La importancia histórica del trasvase del Júcar

Editorial

La licitación de nuevos tramos pendientes del trasvase Júcar-Vinalopó, dejan esta obra hidráulica a punto para su definitiva conclusión en fechas ya próximas. El conseller García Antón aprovechó dicho empujón administrativo para subrayar ante la opinión pública la importancia histórica del proyecto. Ciertamente, la tiene. Y no porque el propio Gobierno español, que financia buena parte de la obra, presentara con tres años de retraso la necesaria solicitud para conseguir ayudas europeas tal y como denuncia este periódico en la edición de hoy mismo. No, la importancia es histórica por cuanto supone un trasvase de caudales desde un río que los técnicos consideran sin excedentes hacia la cuenca sobreexplotada del Vinalopó, un trasvase que, en plena vorágine política que manipula los sentimientos localistas para su conveniencia electoral a cuento del PHN, significa un gesto de solidaridad sin precedentes desde las comarcas centrales y del interior valenciano hacia las sedientas explotaciones alicantinas, territorio, este último, donde también los fantasmas del provincialismo han creado un sentimiento antivalenciano y mortificante que no se sostiene por mucho que se quiera rastrear la historia de esta Comunidad en busca de agravios comparativos. Porque los hechos a punto de consumarse son que Valencia va a ceder agua a Alicante y, en general, no se han producido resistencias al proyecto, y eso a pesar de lo antedicho y de que a los usuarios del Júcar la administración autonómica les viene prometiendo una serie de medidas compensatorias que están lejos de cumplirse. Y este gesto, quizás por suerte, no está siendo subrayado por nadie ni se lo ha apropiado protagonista alguno, a pesar de lo que supone como apuesta vertebradora y de los riesgos que conlleva si los hectómetros cúbicos a trasvasar se aprovechan para especulaciones urbanísticas y no para ayudar a la uva del Vinalopó o a las carencias domésticas de las Marinas y l´Alacantí.

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