El conseller de Economía ratifica la versión dada por la Oficina del Portavoz de que el ex cantante «se ofreció a colaborar» con la Generalitat en «cuestiones artístico-musicales»

Levante-EMV, Valencia

El conseller de Economía, Vicente Rambla, insistió ayer en desvincular al ex cantante Jaime Morey, imputado por el caso Gescartera, de cualquier actividad relacionada con el Consell, a pesar de que Morey fue nombrado el pasado año asesor del presidente Eduardo Zaplana.

Rambla, al ser preguntado por los periodistas por la exigencia del grupo socialista en las Cortes de que Zaplana explique cuál ha sido el trabajo de Morey como asesor o si la Generalitat tiene algún tipo de vinculación con la sociedad de valores Gescartera, en la rueda de prensa donde explicó el nuevo modelo de financiación autonómica, se limitó a decir que «estuve ayer -por el viernes- todo el día en el consejo político, fiscal y financiero, pero creo que por parte de la Generalitat el portavoz autorizado ya hizo declaraciones en este sentido, poniendo claramente de manifiesto la nula vinculación entre esa persona y esta institución».

De esta forma el conseller ratificó el comunicado que hizo público el viernes la Oficina del Portavoz del Consell, donde se afirmaba que Morey «se ofreció a colaborar» con la Generalitat «en cuestiones artístico-musicales». El Consell añadía que el empresario y ex cantante imputado por el caso Gescartera no había recibido «ningún tipo de encargo o encomienda de gestión nunca». A pesar de que, según la versión oficial el ofrecimiento partió del cantante, Morey fue nombrado asesor de Presidencia el 17 de febrero de 2000, resolución publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana el día 25 del mismo mes.

Por otro lado, según la página web de El Confidencial Micanoa.com «al cantante Jaime Morey -quién no recuerda su Amanece de Eurovisión-le conocen perfectamente en su querida Comunidad Valenciana y más concretamente en alguna entidad financiera allí radicada, porque años atrás ya le buscaron las cosquillas desde los bancos valencianos por unos cuantos pufos. Resultado de las pesquisas..., ninguno, porque todo lo embargable estaba a nombre de familiares».

La edición digital añade que «cuentan desde esos bancos que cuando conocieron la implicación del cantante en la trama Gescartera dijeron sus altos directivos: “Le está bien empleado, aunque nosotros no veamos ni un duro de lo que nos dejó a deber”». Este diario intentó ponerse en contacto ayer con Jaime García Morey, aunque el cantante no contestó a la llamada de Levante-EMV.

El empresario también vinculado con la representación de artistas compareció el pasado martes ante la jueza como imputado por el caso Gescartera, donde Morey era director general de la firma Gescartera Holding 2000, la agencia de valores intervenida por la Comisión Nacional de Valores y en la que se ha detectado un agujero de 13.000 millones, que podría elevarse hasta los 18.000 millones.

Asimismo, el ex cantante alicantino, popular en la década de los 70 por sus éxitos musicales, tenía un futuro prometedor en la sociedad de valores intervenida, según adelantó ayer el diario madrileño El Mundo, porque al parecer iba a suceder a Pilar Giménez -Reina, también imputada por la jueza Teresa Palacios, en la presidencia de Gescartera después de recibir el ofrecimiento para este cargo por parte del dueño de la entidad.

En este sentido, el cantante habría enviado una carta a profesionales del espectáculo donde les informaba que ocuparía la presidencia de la entidad. Operación que se frustró por la intervención de la CNMV.

Denuncias de afectados

La lista de afectados por el agujero de Gescartera se incrementa conforme pasan los días. Ayer cerca de 200 afectados por el caso en Jerez anunciaron que se sumarían a las acciones judiciales emprendidas por Adicae (Asociación de Usuarios de Banca, Cajas y Seguros) contra los responsables de la cartera de valores por un presunto delito de estafa y apropiación indebida.

Los letrados madrileños investigaron una sociedad instrumental del presentador

J. A. Blay, Madrid. corresponsal

La fiscalía de Madrid relacionó en 1996 a una empresa propiedad de Jaime García Morey, Casino Producciones Artísticas, SA, con la trama urdida por el cantante Bertín Osborne para evadir sus deudas con la Hacienda Pública. Por este motivo se abrió un sumario en los juzgados de Madrid y el actual asesor del presidente Zaplana fue llamado a declarar ante el juez que instruyó el caso el 30 de julio de 1996.

Según la querella del fiscal, Osborne mantenía en aquellas fechas una deuda tributaria por valor de más de 153 millones correspondiente a varios ejercicios entre 1982 y 1986. Hacienda apenas pudo embargar una cantidad mínima -poco más de 200.000 pesetas- por derechos de autor y en una cuenta corriente a su nombre. La tesis mantenida por la acusación del fiscal argumentaba que no se le pudo embargar más dinero «como consecuencia de la operativa puesta en marcha por el querellado» consistente en interponer una sociedad instrumental, Canterbury Operations, SA constituida en 1987 en Panamá. Osborne alegó que esa empresa se quedaba con los ingresos de sus actuaciones artísticas para saldar una antigua deuda. Ahora bien, en España, los «derechos» de representación exclusiva de la citada sociedad estaban cedidos a dos sociedades, Limac Producciones, SL, y Casino Producciones Artísticas, SA, la empresa de Morey. El fiscal sostuvo que el documento que presuntamente vinculaba a Canterbury Productions con Bertín Osborne carecía de validez.

Jaime García Morey, nacido en 1940, mantiene activas desde hace años varias empresas que ha utilizado con diversos propósitos. Casino Producciones Artísticas, cuya administración comparte con su esposa, María Mollejo Lozano, de 51 años, le ha dado empleo como auxiliar administrativo, tarifa 7 de la Seguridad Social, desde mayo de 1993 hasta diciembre de 1995. Otras dos empresas, Cantábrico Producciones, SL, y Producciones Artísticas Hispania, SL, de las que es también administrador, han servido para emplear a su propia esposa en los años 1997 y 1991, respectivamente, aunque durante unas pocas semanas.