Los cabos sueltos de Zaplana

El paso del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, por las Cortes no ha aportado ninguna luz sobre los pagos derivados del contrato de Julio Iglesias. Ni siquiera ha explicado cuánto cobró el cantante por promocionar la Comunidad Valenciana. No aclarada la mayor, menos aún se han lidiado cuestiones cómo a quién ha ido el dinero o si las empresas han pagado impuestos como debían por los 533 millones que facturaron. Porque, en los paraísos fiscales, desde luego, no tributaron.

Francesc Arabí, Valencia

El 25 de julio de 1997, el representante de Julio Iglesias, Luis Fernando Esteban, remitió al presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, una carta en la que le comunicaba que había ya cerrado con José María Tabares, ex director general del IVEX, y José Manuel Uncio, responsable del Instituto Valenciano de Finanzas, un preacuerdo. «Como me indicaste», le recuerda, el artista cobraría 990 millones de pesetas. «Ruego lo estudies [el borrador] y cuando tengas un momento nos reunimos para, si estás de acuerdo, tratar de cerrarlo.» El contrato oficial contemplaba sólo 375 millones de emolumentos. Entre el 25 de julio y el 29 de diciembre de 1997 -cuando se firmó el acuerdo- el caché del cantante parece que se desplomó.

Primer enigma: cae el caché. ¿Julio Iglesias cedió en sus pretensiones o se firmó un contrato por 375 y el resto se decidió pagarlo en facturas fraccionadas a través de dos sociedades instrumentales, como sostiene la oposición? El ex conseller de Industria, Diego Such, aseguró el 19 de noviembre de 1998: «Si pudiera, haría todos los días contratos como el firmado.» El presidente se mostró anteayer «orgulloso» de haber fichado al artista. Pero no ha contestado a una pregunta básica: «¿Cuánto ha cobrado Julio Iglesias?» Se la formularon el portavoz del PSPV, Joaquim Puig, y Joan Ribó (EU).

Empresas que nacen, engordan y se disuelven. International Concerts (radicada en Islas Vírgenes) se creó el 26 de agosto de 1997, un mes antes de que el cantante hiciese su primera aparición pública como promotor. Facturó 372 millones a lo largo de 1998 y 1999. La segunda de las beneficiarias del dinero público, Midway International, nació en febrero de 1997. Cuando dejó de cobrar del Consell, fue disuelta en noviembre de 1999.

¿Por qué esas empresas? ¿Hay contrato? Su experiencia en el montaje de conciertos -por ese concepto facturaron al menos 533 millones- no parece muy acreditada. En el caso de Midway, ni siquiera presentó cuentas en el registro mercantil de su país, como marca la ley. El Consell no ha explicado en función de qué criterio se seleccionó a esas empresas.

Trabajos caros y poco claros. Que no tuvieran experiencia en el mundo del showbusiness, no significa que no se coticen. 156 millones cobró International Concerts por el recital de Moscú y 153 por México. Recibos tan poco detallados como aquel en el que por «decoración» del pabellón valenciano (en México) se pidieron 165.000 dólares. En concepto de «provisión de fondos» o adelanto (por Shangai) se reclamaron 350.000 dólares, 200 días después del recital.

Firmantes de los pagos. Las órdenes de pago fueron autorizadas por el director general de Comercio, Joaquín Berenguer, al alimón con el ex director general del IVEX, José María Tabares. Con este último, el Consell no se habla (si se cruzan por la calle, cuestión distinta es que se celebren reuniones en algún hotel del Distrito Marítimo), pero a Berenguer, ¿Se le ha preguntado si las facturas se ajustaban a trabajos realizados y a un precio de mercado?, inquirió Ribó (EU), cuando se supo de los pagos a Midway.

Los empresarios. El Gobierno autonómico no ha desmentido que al menos una de ellas (International Concerts), está tan vinculada a Julio Iglesias que su representante remitió las facturas y desde la sede de la firma que lleva la representación oficial: Achor Marketing.

Extranjeras o del terreno. El presidente dijo en las Cortes que «no querrán sus señorías que contratemos a empresas de España para el recital de México». ¿Qué tiene Irlanda que no tenga España? No será por la distancia. Por otro lado, Midway derivó 11 millones a Distar Producciones por «servicios prestados» (concepto un tanto genérico) en aquel recital. Distar está domiciliada en C/ María de Guzmán (Madrid-España). ¿Era una subcontrata de Midway? Con lo grande que es el mundo y Midway acabó subcontratando con la empresa de Antonio Caravaca Almeida, organizador del festival de Benidorm cuando Zaplana era alcalde y productor en la actualidad de un programa de TVV.

En paraísos fiscales. Ni el cuánto, ni el por qué, ni a quién. Pero tampoco el IVEX, ni el presidente Zaplana, han aclarado el cómo y sus consecuencias fiscales y el a dónde ha ido a parar el dinero. Los 533 millones abonados a las dos empresas citadas fue ingresado en su inmensa mayoría en cuentas numeradas y secretas en paraísos fiscales. Los titulares de estos depósitos se desconocen. Y ese dinero está exento, por supuesto, de los impuestos a los que están sometidas las cuentas corrientes en España y los países de la OCDE.

Allá ellas, dice el consell. El presidente indicó que el IVEX paga en las cuentas que le indican y remató: «La Administración no es responsable de los pagos a empresas en el exterior.» ¿Y esas empresas, que no tributan en su lugar de residencia -por algo se domicilian ahí-dónde pagar los impuestos por los rendimientos obtenidos? Han de hacerlo en España. La legislación respecto a los 48 países catalogados como paraísos fiscales en el decreto 1080/1991 prevé que esas sociedades off-shore (domiciliadas donde no operan), han de cumplir con el fisco allí donde obtienen las ganancias. O sea, en España. ¿Ha sucedido así o los 533 millones públicos han gozado de indulgencia impositiva para esas empresas?

El IVEX sabía dónde pagaba. El Consell conocía perfectamente dónde efectuaba los pagos, hasta el punto de que directivos del Instituto -Tabares y Constantino Salcedo, al menos- intervinieron para aclarar al Servicio Aduanero de EE UU la procedencia de los 325.000 dólares de un cheque enviado a International Concerts para su cobro en Bahamas. El talón había sido intervenido por la aduana y las cuentas bancarias del IVEX bloqueadas.

De irlanda a valencia. Alguien, en nombre de Midway, ordenó transferir 475.000 dólares -cobrados en cheques de Bancaja- a Nassau (Bahamas), a la cuenta secreta WA356115.000 del banco suizo UBS. La orden del apoderado de Midway, cheques en mano, se produjo desde el Arab Bank de la calle Colón. ¿Por qué viene un representante de Midway de Irlanda a Valencia para dar la orden de transferencia a Bahamas? ¿Viene, o alguien acude al banco, con los cheques firmados (endosados) por un representante de Midway, con lo cual se convierten en cheques al portador, y es esa tercera persona la que da la orden? ¿O a la oficina del Arab Bank fueron varios?

¿Por qué dimite el director financiero del IVEX? Nadie ha explicado por qué se fue el ex responsable de las cuentas, Joaquín Barber.