Carta al futuro Síndico
JOSE LUIS RAMOS (Ecologistes en Acció)
JOSE ANTONIO PERIS (Societat Valenciana d'Ornitología)
SALVADOR PEIRO GÓMEZ (Centre d'Aqüicultura Experimental)
Señor futuro Síndic: si usted está dispuesto aceptar el cargo para ejercerlo con independencia y honestidad personal, no pierda el tiempo escuchando las promesas del actual Gobierno del PP. Pero en cambio, si usted se siente atraído por las adulaciones y reconocimientos públicos que el poder acostumbra a realizar a favor de quienes les son serviciales, a costa del erario publico, ése es su lugar. Puede estar seguro de que no encontrará institución en la que pueda servir mejor, a quienes ocupan el poder, si usted entra en el juego que ellos le pedirán.
No crea que somos malpensados por naturaleza. Tenemos amplia documentación de la que se desprende que a las autoridades actuales no les gusta que la Sindicatura, en cumplimiento del mandato legal, airee sus arbitrariedades y abusos de poder. Por eso esperarán de usted que no inicie investigaciones de oficio de actos y resoluciones de las autoridades y funcionarios que, por su contenido, aparenten vulnerar derechos y libertades de los ciudadanos; que no haga uso de la facultad de acceder a los archivos y registros administrativos, para aclarar las quejas, dando por bueno lo que la administración afectada quiera remitir; que abandone la investigación de problemas generales que se le planteen a la Sindicatura bajo cualquier pretexto; que no considere como hostiles y entorpecedoras las negativas y dilaciones injustificadas de las administraciones a remitir los informes que se les solicitan, no haciendo público de inmediato ningún caso; que renuncie habitualmente a personarse en cualquier centro de la administración al fin de comprobar los datos necesarios para la aclaración de las quejas recibidas; cuando tras estudiar la queja, se comprueba que está tiene su origen en un error, arbitrariedad o negligencia de la administración, no debe hacerle constar al funcionario en cuestión su criterio al respecto; que no realice por norma informe especial respecto los funcionarios y administraciones que mantienen una reiterada actitud hostil y entorpecedora a las labores de investigación de esa Sindicatura; que renuncie a la facultad de sugerir la modificación de los criterios utilizados para emisión de actos o resoluciones de la administración en apariencia contrarios a los derechos y libertades de los ciudadanos por los que debe velar por su cumplimiento; que al finalizar las investigaciones, renuncie a la facultad de formular advertencias, recomendaciones o recordatorios de los deberes legales a las administraciones y funcionarios responsables de la queja investigada, para la adopción de nuevas medidas; sobre todo que no haga uso de la facultad de iniciar de oficio acción de responsabilidad contra la administración o funcionarios, para reparar el perjuicio sufrido por algún usuario; que no se le ocurra trasladar a la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia testimonio de actuaciones presuntamente delictivas de las que resulte autor la administración y que consten en los expedientes que usted tramite. Por último, entre las distintas cuestiones que podrían añadirse, cabe citar que deberá demorar aquellas cuestiones que afecten a las autoridades, a la presidencia y miembros del Gobierno de la Generalitat.
De cada una de las acusaciones que hacemos tenemos prueba documental, de qué ocurría durante la etapa en que la Sindicatura fue ocupada por el malogrado señor Saura. A quien lo desee se las podemos mostrar. Igualmente disponemos de pruebas acreditando que desde que la Sindicatura esta presidida por la señora Caballero, esa institución está haciendo valer las facultades de las que está dotada para el restablecimiento de los derechos por los que debe velar. Las burlas a esa institución remitiendo la documentación requerida, si se quería, o cuando se quería, o remisión de otras distinta a la solicitada, empiezan a desaparecer en el ámbito de la administración de la que ella es competente. El resultado lo hemos podido percibir todos en público, en las descalificaciones realizadas por la señora Barberá y el señor Font de Mora, dirigidas personalmente contra la Síndica, sin que hayan sido incapaces de señalar un solo incumplimiento del deber en ejercicio del cargo.
Es curioso que la destitución de la señora Caballero, en aras a la elección de «un síndico imparcial», la reclama el mismo señor (Font de Mora) que, desde su responsabilidad en las Cortes y en el PP, debe haber influido en la no tramitación por la comisión de Peticiones de las Cortes de la solicitud de cese del señor Saura realizada, por nosotros mismos, el 27 de octubre de 1999, basada en incumplimientos legales, negándonos así la posibilidad de demostrarlo para evitar dejar en evidencia a quien les era muy servil.
Incumplimientos que son coincidentes con lo que señalamos que esperan que haga el nuevo Síndico. Una última para acabar. Durante la campaña electoral de las últimas elecciones electorales, un pajarito nos dijo que el PP había dado órdenes a sus cargos públicos, que deberían evitar tener roces con los movimientos sociales que pudieran ser noticia de prensa. De inmediato solicitamos audiencia con el señor Font de Mora, so pretexto de un caso que afectaba al funcionamiento de la Sindicatura. Enseguida nos recibió. Le expusimos el caso del archivo reciente, por la Sindicatura, de una queja contra la Coput, sin haberse resuelto ni siquiera haber recibido la documentación solicitada. Le dijimos que la burla soportada por la Sindicatura era un desprestigio para la institución y debía ser corregida. Él nos contestó que no podía hacer nada y nosotros manifestamos entender la situación. Unos días después, recibimos un escrito de la Sindicatura en el cual nos comunicaba que la queja no se había archivado y que ya se habían dado cuenta perfectamente que pretendían burlarse de ellos.
Tome nota, señor futuro Síndic. Estamos a su disposición para enseñarle lo que necesite. Y ya sabe que si en el futuro vemos que no le ladran como a la señora Caballero, sino todo al contrario, le adulan, no sabemos qué pensaran el resto de ciudadanos, pero nosotros creeremos saber el precio que habrá tenido que pagar. Porque los del PP no buscan un Síndic que ejerza el cargo como servicio a los ciudadanos, sino a ellos mismos, que se consideran poder absoluto libre de controles democráticos.
Fuente: LEVANTE-EMV EL MERCANTIL VALENCIANO DE 20-3-2001 (Con autorización de los autores)
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