La Fundación Nueva Cultura del Agua remite el estudio a Bruselas para evitar el trasvase

Rafa Montaner/Levante-EMV, Valencia/Alzira

La Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) difundió ayer un informe sobre la intrusión salina en el río Júcar, realizado por un equipo de la Unidad de Limnología del Departamento de Microbiología y Ecología de la Universitat de València, en el que se alerta de que a unos tres kilómetros del mar, el agua del río es ya agua salada.

Las mediciones de urgencia realizadas por los técnicos de la Universitat el pasado jueves demuestran que a 3.000 metros aguas arriba de la desembocadura del Júcar, ya en el término de Sueca, «la salinidad de sus aguas es de 30 gramos por litro, muy cercana a la del agua de mar, que es de 36 gramos por litro», detalla la FNCA en un comunicado.

La cuña salina, que ha recibido en los últimos meses tanta atención en el río Ebro, «invade totalmente el Júcar en varios kilómetros hacia el interior, incluso en pleno otoño de un año húmedo, sin que a nadie parezca preocuparle», añade la nota.

La FNCA hace hincapié en este aspecto, ya que los aforos realizados por la Universitat revelan que en el momento actual, pese a estar a finales de otoño de un año lluvioso, «el Júcar no llega al mar».

Así, el estudio apunta que el pasado día cuatro el nivel del azud de Cullera, situado en las afueras de Sueca, «era inferior a un centímetro, es decir, que sobre parte del azud pasaba una fina lámina de agua de unos milímetros escasamente. Se ha evaluado el caudal en el orden de 60 a 100 litros por segundo. Los regantes de la zona han comentado que desde hacía 11 días no circulaba el agua sobre el azud, a pesar de la época del año».

Nueva Cultura del Agua, que acusa al Gobierno de «engañar a la Comisión Europea, ocultando estos datos, que por supuesto obran en su poder», argumenta que solicitó la realización de este examen de urgencia sobre el río tras el visto bueno de la Comisión a la financiación del trasvase Júcar-Vinalopó con fondos europeos.

En este sentido, aclaran que Bruselas «todavía no ha adoptado una decisión definitiva sobre la financiación del trasvase» y por lo tanto, van a remitir el estudio de la Universitat a la Comisión, para que aprecie que el Júcar no dispone de caudal ecológico con que mantener los ecosistemas fluviales de su parte baja y que están protegidos por la legislación medioambiental.

La FNCA, organización antitrasvase integrada en la recién creada Plataforma per un Xúquer Viu, ha señalado en reiteradas ocasiones que la transferencia de agua del Júcar al Vinalopó significará la muerte del río valenciano.

Por otro lado, Voro Pérez Fontana, activo militante alcireño de Xàrquia Ecologistes en Acció, inició ayer una huelga de hambre como medida de protesta contra el trasvase del Júcar al Vinalopó. Pérez adoptó esta drástica postura tras conocer la noticia de que la UE sí financiará finalmente las obras del trasvase al haber aceptado la Comisaria Europea de Medio Ambiente los puntos de vista del Gobierno español.

Un ecologista, en huelga de hambre

El ecologista alcireño asegura que el Júcar no lleva agua suficiente «ni siquiera para respetar las dotaciones de los regadíos tradicionales de la Ribera» y que, desde que se aprobó el Plan de Cuenca del Júcar -hace cinco años-, que contempla cesiones de agua al sur, todos los años se han efectuado trasvases a través del canal Tajo-Segura. El huelguista exige para el Júcar el caudal medioambiental, «tal como establece la Directiva Marco del Agua».

Pérez Fontana pide a los ciudadanos de Alzira que no le dejen «aislado» y que otros vecinos asuman, como él, «la voz de su río». El ecologista confía en que su sacrificio «no sea estéril».  

FUENTE:  Levante-EMV