NOTA DE PRENSA DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DEL PAÍS VALENCIANO

3 de diciembre de 2003 

LOS ECOLOGISTAS PIDEN A LA COMISIÓN EUROPEA EL CESE DE LA SOBREEXPLOTACIÓN DEL RÍO JÚCAR

Ecologistas en Acción denuncia la brutal sobreexplotación de la cuenca del Júcar amparada por el Ministerio de Medio Ambiente y que permite ya certificar la muerte hidrológica de este río en su tramo bajo, propuesto irónicamente para formar parte de la Red Natura 2000 de espacios protegidos de la Unión Europea. Si el examen sobre el estado y la gestión de un río se pasa en su desembocadura, el Ministerio se ha ganado a pulso el suspenso más rotundo. Las cifras de aforos del río Júcar, aguas abajo del azud de Antella no permiten afirmar otra cosa. 

Según los datos oficiales a los que han podido acceder los ecologistas, el caudal medio del río Júcar en su desembocadura (Cullera), desde el primero de enero de 1995 hasta finales de noviembre del 2003, ha sido de 2,58 m3/s, equivalente a 81 Hm3 anuales. Un volumen muy distante de los 200 Hm3 establecidos en el vigente Plan Hidrológico de Cuenca del Júcar aprobado en 1998, pero a esta alturas ya totalmente obsoleto y de urgente revisión. 

La gravedad de la cifra anterior cobra toda su envergadura si consideramos que de ese caudal medio (2,58 m3/s), los ríos Magro, Albaida y Sellent han aportado 2,23 m3/s (el 86,4% del caudal total), quedando apenas 350 litros por segundo como aguas propias del río Júcar, en su mayor parte correspondiente a los vertidos de las estaciones depuradoras de aguas residuales. Una cantidad insignificante para un río con unas aportaciones naturales que se mueven en torno a los 2.000 Hm3/año. 

Constatar que apenas el 0,55% de las aportaciones naturales del río llegan a su desembocadura es certificar con total seguridad la muerte del río Júcar. Este valor puede ser más comprensible si constatamos que en el año natural 2002, el 60% de los días (219 días) el Júcar no llegó a realizar aportación alguna en desembocadura, dejando por tanto de desembocar en Cullera. ¿Cómo puede seguir planteándose un trasvase como el del Júcar al Vinalopó ante esta apabullante realidad? 

Constituye todo un sarcasmo que podamos dar estos datos reales de aforos del bajo Júcar apenas unos días antes de que el Gobierno español trasponga a la legislación española la Directiva Marco de Aguas de la Unión Europea, una norma de obligado cumplimiento que incluye las aguas litorales, vinculadas a la desembocadura de los ríos, como parte integrante de toda cuenca hidrológica. ¿Qué estado de salud de las aguas litorales puede llegar a garantizar un río como el Júcar que tiene por costumbre impuesta no llegar al mar y cuando lo hace lo único que vierte son aguas residuales más o menos depuradas? 

Ecologistas en Acción se ha dirigido a la Comisión Europea para que analice la gravedad de estos datos y no excluya a la gestión del río Júcar de las exigencias de la Directiva Marco de Aguas. Cualquier posible apoyo comunitario a las pretensiones de aumentar, incluso más, la presión expoliadora sobre este río valenciano, por parte del Ministerio de Medio Ambiente con el trasvase al Vinalopó, sólo constituiría la confirmación del papel mojado que supondrá en España la aplicación de la Directiva Marco de Aguas. La posible aprobación de la financiación europea a ese trasvase confirmaría la peligrosa e indeseable sospecha de que la Unión Europea no estudia los trasvases en sus aspectos hidrológicos, económicos y medioambientales, sino en función de componendas y presiones políticas de los Gobiernos, totalmente ajenas a la vida de los ríos.